“Yo conozco mi destino. Un día mi nombre irá unido a algo formidable: el recuerdo de una crisis como jamás la ha habido en la tierra, el recuerdo de la más profunda colisión de conciencia, el recuerdo de un juicio pronunciado contra todo lo que hasta el presente se ha creído, se ha exigido, se ha santificado. Yo no soy un hombre: yo soy dinamita. Y a pesar de esto, estoy muy lejos de ser un fundador de religiones. Las religiones son cosa de la plebe. Tengo necesidad de lavarme las manos, después de haber estado en contacto con hombres religiosos... Yo no quiero «creyentes»; creo que soy demasiado maligno para creer en mí mismo. Yo no hablo jamás a las masas... Tengo un miedo espantoso de que algún día se me declare santo. Se adivinará la razón por la que yo publico este libro antes, tiende a evitar que se cometan abusos conmigo. Yo no quiero ser tomado por un santo; preferiría que se me tomara por un bufón... Quizá soy un bufón... Y a pesar de esto «o mejor, no a pesar de esto, pues hasta ahora no hay nada más embustero que un santo», a pesar de esto, la verdad habla en mí. Pero mi verdad es terrible, pues hasta el presente, lo que ha sido llamado verdad es la mentira. -Transmutación de todos los valores: he aquí mi fórmula para un acto de suprema autognosis de la humanidad, acto que en mí se ha hecho carne y genio. Mi destino ha querido que yo fuera el primer hombre decente; ha querido que yo me ponga en contradicción con miles de años. Yo fui el primero en descubrir la verdad, por el hecho de que yo fui el primero en sentir -en oler- la mentira como mentira... Mi genio se encuentra en mis narices. Yo contradigo como jamás se ha contradicho, y, sin embargo, soy lo contrario de un espíritu que dice no. Yo soy un alegre mensajero como no lo ha habido nunca, y conozco tareas que son de tal altura, que el concepto ha faltado hasta el presente. Sólo a partir de mí existen de nuevo esperanzas. Con todo esto, yo soy también necesariamente el hombre de la fatalidad. Pues cuando la verdad entra en lucha con la mentira milenaria tendremos conmociones como jamás las hubo, una convulsión de temblores de tierra, un desplazamiento de montañas y de valles, tales como nunca se han soñado. La idea política quedará entonces completamente absorbida por la lucha de los espíritus. Todas las combinaciones de poderes de la vieja sociedad habrán saltado por los aires, porque todas estaban basadas en la mentira. Habrá guerras como jamás las hubo en la tierra. Solamente a partir de mí existe en el mundo la gran política."
Sabiduría emana a raudales la agudeza visual del filósofo hermético y eternamente vitalista.
Nacido póstumo como el mismo aseveró, inmutable en sus sentencias declarando prolijamente la sabiduría de su plétora "En mis obras hay la voz suprema de un psicólogo inimitable, es quizá la primera deducción del que sepa leerme, de uno de esos dignos de mí, que me leen como los buenos filólogos de otros tiempos leían a su Horacio"
F. Nietzsche.
Sobre la virtud bondadosa.
"Los hombres buenos no dicen nunca la verdad. Los hombres buenos os enseñan artes falsas y falsas certidumbres. Habéis nacido y os abrigastéis en las mentiras bondadosas. Los buenos lo han deformado, lo han pervertido todo."
La sangre abyecta, hasta en la instancia más pura, degenera...
Genios de la literatura
viernes, 27 de agosto de 2010
miércoles, 18 de agosto de 2010
Frases brillantes, de seres brillantes
De la vida.
"Sería muy poco el atractivo que nos ofrece el conocimiento si no hubiera que vencer tantos obstáculos, tanto pudor, para alcanzarlo"
F. Nietzsche , Ecce Homo.
De la virtud Ficticia.
Fragmento extraído de "La filosofía en el tocador" del no pocas veces desdeñado Marqués de Sade, más por pudor infundado que por motivos substanciales.
Sobre la lubricidad:
" A ustedes amables libertinos, que desde la juventud desconocen otro freno que el de los deseos, ni otras leyes que la de los caprichos que el cínico Dolmancé les sirva de ejemplo; vayan tan lejos como él si quieren recorrer todos los caminos de las flores de la lubricidad; a enseñanza suya, acepten que solo ampliando la esfera de sus gustos y de sus fantasías, y sacrificando todo a la voluptuosidad, es como la desgraciada criatura conocida bajo el nombre de "Hombre" y arrojada a pesar suyo sobre este triste universo, puede lograr sembrar algunas rosas en las espinas de la vida"
Donathien Alphonse Francois- Marqués de Sade.
fragmento de naturaleza vitalista, con ciertos dejos de afectación. Da a revelar una nueva perspectiva de la virtud empezada a ser vista como vicio deleznable. Belleza literaria y prolijidad caracterizan siempre las obras de nuestro querido Marqués.
Habrá que verle con una predisposición a lo que su obra puede ofrecer, predisposición a ascender a las más etéreas alturas, o cumpliendo el contraste de descender al infierno mismo.
Es donde reside la riqueza y éxtasis de su prosa. El contrastante infierno, que no pocas veces se torna en visión engañosa de un paraíso donde las flores de la lubricidad ofrecen sus pétalos.
"Sería muy poco el atractivo que nos ofrece el conocimiento si no hubiera que vencer tantos obstáculos, tanto pudor, para alcanzarlo"
F. Nietzsche , Ecce Homo.
De la virtud Ficticia.
Fragmento extraído de "La filosofía en el tocador" del no pocas veces desdeñado Marqués de Sade, más por pudor infundado que por motivos substanciales.
Sobre la lubricidad:
" A ustedes amables libertinos, que desde la juventud desconocen otro freno que el de los deseos, ni otras leyes que la de los caprichos que el cínico Dolmancé les sirva de ejemplo; vayan tan lejos como él si quieren recorrer todos los caminos de las flores de la lubricidad; a enseñanza suya, acepten que solo ampliando la esfera de sus gustos y de sus fantasías, y sacrificando todo a la voluptuosidad, es como la desgraciada criatura conocida bajo el nombre de "Hombre" y arrojada a pesar suyo sobre este triste universo, puede lograr sembrar algunas rosas en las espinas de la vida"
Donathien Alphonse Francois- Marqués de Sade.
fragmento de naturaleza vitalista, con ciertos dejos de afectación. Da a revelar una nueva perspectiva de la virtud empezada a ser vista como vicio deleznable. Belleza literaria y prolijidad caracterizan siempre las obras de nuestro querido Marqués.
Habrá que verle con una predisposición a lo que su obra puede ofrecer, predisposición a ascender a las más etéreas alturas, o cumpliendo el contraste de descender al infierno mismo.
Es donde reside la riqueza y éxtasis de su prosa. El contrastante infierno, que no pocas veces se torna en visión engañosa de un paraíso donde las flores de la lubricidad ofrecen sus pétalos.
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